Actualmente, el proceso de planificación hídrica regional está supervisado por la Comisión de Corrientes Interestatales de Nuevo México. Durante la última ronda de planificación regional, completada en el 2016-2017, el estado proporcionó un esquema para el desarrollo del plan hídrico regional, lo cual propone presentar un resumen de problemas legales y análisis técnico de la disponibilidad y necesidades de agua y desequilibrios proyectados entre disponibilidad y necesidad.

Cada región formó un comité directivo. Según las directrices actuales, los miembros del comité directivo deben cumplir con uno o más de los siguientes criterios:

• Ser o representar a un propietario de derechos de recursos hídricos
• Estar directamente afectado por el resultado de decisiones sobre la gestión del agua
• Tener o representar la autoridad para tomar decisiones e implementar resultados para un grupo de usuarios de agua en particular
• Representar uno o más grupos esenciales de consumo de agua (por ejemplo, usuario agrícola, entidad tribal, proveedor de agua rural, etc.)

Las responsabilidades claves del comité directivo regional incluyen:

• Interactuar con el estado para revisar y refinar el informe de suministro, demanda y restricciones legales específicas de la región
• Brindar oportunidades para el aporte de personas locales
• Desarrollar un proceso decisorio
• Proporcionar recomendaciones discretas y un plan de implementación
• Documentar los resultados del proceso de planificación en un plan regional actualizado y sometido para su aceptación por parte de NMISC

El régimen de apoyo de la Comisión de Corrientes Interestatales de Nuevo México al comité directivo de cada región culminó tras la finalización de la planificación hídrica regional del 2016-2017.

El proceso de planificación hídrica regional seguirá siendo supervisado posteriormente por la Comisión de Corrientes Interestatales de Nuevo México. El estado podría proporcionar contribuciones técnicas para el desarrollo del plan hídrico regional y/o apoyo de personal para cada región.

Sin embargo, el éxito del proceso de planificación hídrica regional dependerá del compromiso y la capacidad para implementar planes a nivel local. La planificación hídrica regional será liderada por un organismo de interesados (entidad), y queremos saber su opinión sobre la composición y expectativas de estas entidades. La tabla a continuación presenta tres alternativas para ayudar a considerar cómo podrían estructurarse estas entidades.

La participación es fundamental para el proceso de planificación y garantiza que esta refleje las necesidades y prioridades de la comunidad.

Como se describe en la sección anterior, el proceso de planificación hídrica será liderado por un organismo de planificación hídrica regional compuesto por un grupo de individuos facultados para hacer recomendaciones. Más allá de este organismo oficial, será necesaria una participación amplia y sólida en el desarrollo de los planes hídricos regionales para asegurar que, a nivel local, la necesidades hidrológicas sean consideradas durante el proceso de planificación, así como mejorar la aceptación del plan y la probabilidad de implementación.

Durante el proceso de planificación hídrica, habrá una variedad de niveles y tipos de participación entre los diferentes individuos involucrados:

La planificación hídrica regional tiene como objetivo apoyar la gestión sostenible de los recursos hídricos para las comunidades de Nuevo México. Típicamente, los planes hidrológicos evalúan las condiciones hídricas actuales y futuras previstas, considerando cómo ciertos factores como el cambio climático, la población y las prioridades regionales afectan el equilibrio entre la disponibilidad y la necesidad de agua.

Con esta información, los planes exploran cómo se puede equilibrar la disponibilidad y demanda futura del agua a través de programas, políticas y proyectos. A través del proceso de planificación, se identifican los recursos y responsabilidades para lograr estas estrategias.