Secadora a alta temperatura: una introducción a la ‘aridificación’ en Nuevo México

Son las 7:30 am y te acabas de dar cuenta de que olvidaste trasladar esa carga de ropa húmeda de la lavadora a la secadora. Con solo una hora antes de tener que ir al trabajo, empiezas a arrojar puñados de ropa empapada en el tambor y ajustas el calor a nivel alto.

Al fin y al cabo, no es ningún secreto que el calor intenso es la clave para secar la ropa rápidamente.

Efectivamente, a los 50 minutos suena el timbre de la máquina, sacas una camisa seca y caliente, te la pones, y te marchas. Sin saberlo, has demostrado uno de los procesos que influyen en el cambio climático de Nuevo México.

¿Qué es la aridificación?

Durante los últimos 40 años, el promedio de las temperaturas en Nuevo México ha aumentado en 2.7 grados Fahrenheit, y los científicos proyectan otro aumento de 5 a 7 grados para el año 2070. Este cambio en nuestro clima significa que el agua superficial, las tierras y las plantas de nuestro estado, al igual que esas camisas, seguirán cediendo más y más agua a la atmósfera, lo que a su vez significa que menos agua fluirá hacia los ríos o recargará nuestras reservas de agua subterránea.

En otras palabras, a medida que el clima de Nuevo México se calienta, habrá menos y menos agua disponible.

A largo plazo, este ciclo de altas temperaturas y mayor evapotranspiración (es decir, la evaporación del agua del suelo combinada con la transpiración del agua de las plantas) conduce a la aridificación, el proceso por el cual una región ya árida se vuelve aún más árida.

Es una transformación que garantiza afectar todos los aspectos de la vida en Nuevo México.

Repercusiones: agua y más allá

Claramente, Nuevo México ya es un estado árido. Obtenemos el agua mediante la lluvia y la nieve, y la mayor parte (el 96.6 por ciento) luego regresa a la atmósfera. Eso deja apenas un 3.4 por ciento (un promedio de 3.2 millones de acre-pies de agua cada año) para reponer ríos, arroyos, embalses y reservas de agua subterránea.

Entonces, pequeños cambios en la temperatura promedio anual de Nuevo México tienen un gran impacto en la disponibilidad de agua: si los días más cálidos causan un aumento en la evapotranspiración de solo un punto porcentual, nuestro suministro anual de agua entrante disminuirá casi un tercio.

Y, de hecho, eso es exactamente lo que algunos investigadores predicen. Los estudios proyectan una disminución en los flujos de agua superficial de entre el 20 y el 40 por ciento en los próximos 50 años.

Aparte de los menguantes recursos hídricos, ¿qué más sucederá a medida que Nuevo México se vuelva más árido? Aquí hay algunos impactos que los investigadores pronostican, siempre y cuando la precipitación siga los patrones históricos existentes:

  • Suelos más secos y flujos de agua más bajos llevarán a una menor producción agrícola.
  • Ciertas especies de plantas lucharán por sobrevivir en suelos más áridos.
  • Más combustible seco (es decir, vegetación sedienta) provocará más incendios forestales más frecuentes e intensos.
  • Las temperaturas en aumento, junto con la falta de vegetación, harán que algunos animales se trasladen a climas más frescos.
  • La erosión se acelerará, aumentando la contaminación del aire y la sedimentación de los arroyos, perjudicando los hábitats de agua dulce.

Planificación más allá de la sequía

Es fácil culpar a la mega-sequía que abarca décadas en el suroeste por nuestros problemas de escasez de agua, pero los expertos dicen que la aridificación es una amenaza a más largo plazo. Los niveles de precipitación están destinados a cambiar de un año a otro, dicen, pero se nivel de aridificación solo va en una dirección: hacia arriba.

Entonces, sin forma alguna de incitar a las nubes a abrir sus grifos, nos vemos obligados a encontrar medios innovadores para conservar colectivamente lo que tenemos; limitar el uso hoy para proteger nuestro futuro y planificar con anticipación.

La legislatura de Nuevo México aprobó la Ley de Planificación de Seguridad Hídrica del 2023 para involucrar a los residentes en lograr precisamente eso, porque a diferencia de la ropa, se necesitará más de 50 minutos y el toque de un botón para resolver nuestra crisis del agua.

Si deseas participar en la planificación y tomar acción para el futuro hídrico de Nuevo México, visita la página Participa.