Conservación, Modernización, and Acción: Una entrevista con la Ingeniera Estatal Liz Anderson
Nov / 2025

En otros estados del Oeste, suele sonar cierta la vieja frase: “El whisky es para beber, el agua es para pelear.” No sorprende, quizá, que el tema eleve la temperatura del debate público, dada la escasez de agua en el árido Suroeste. Pero en Nuevo México, donde enfrentamos un futuro cada vez más seco, quienes gestionan el recurso hídrico han optado por la planificación y la colaboración, con resultados prometedores –y con aún más avances en camino.
“Estamos muy adelantados en comparación con muchos otros lugares”, afirma Liz Anderson, quien dirige la Oficina del Ingeniero Estatal de Nuevo México y funge como Secretaria de la Comisión Interestatal del Agua de Nuevo México, las dos agencias estatales que administran conjuntamente todas las aguas superficiales y subterráneas del estado. “Todos en el oeste de Estados Unidos enfrentan estos mismos retos, pero nosotros ya contamos con estructuras que nos permiten compartir el agua. Y tenemos a la gente trabajando en conjunto.”
Tomemos como ejemplo el estatuto de Gestión Activa de los Recursos de Agua del estado. Aprobado en 2004, pocos años después de que comenzara la sequía multidecenal que aún continúa, esta ley ayuda a que los usuarios del agua establezcan cómo compartirán el recurso en caso de escasez.
También está el Plan de Acción del Agua a 50 Años de la gobernadora Michelle Lujan Grisham, una hoja de ruta integral que define el trabajo de uso y conservación del agua en Nuevo México para el próximo medio siglo, al mismo tiempo que garantiza que haya suficiente agua disponible para impulsar el desarrollo económico.
Estas estructuras son especialmente cruciales hoy en día, ya que los científicos del clima predicen que el estado contará con un 25% menos de agua en sus ríos, embalses y reservas subterráneas durante los próximos 50 años.
“Todo lo que hacemos aquí {en la OSE y la ISC] es para garantizar un futuro próspero para el estado”, señala Anderson. “Nuevo México está abierto para los negocios, y estamos priorizando todo lo necesario para ser una comunidad próspera y vibrante.”
Anderson asumió el cargo de Ingeniera Estatal en 2024, cuando su antecesor, Mike Hamman, se retiró. A su nuevo puesto aporta más de 20 años de experiencia en temas hídricos: primero como consultora en ingeniería ambiental, y posteriormente como Directora de Planificación en la Autoridad de Servicios de Agua de Albuquerque y el Condado de Bernalillo.
En 2023, Anderson aceptó asesorar a Hamman después de que ambos coincidieran trabajando en el Grupo de Trabajo sobre Política e Infraestructura del Agua de la gobernadora. Como Ingeniera Estatal, ahora está enfocada en modernizar ambas agencias.
Esa modernización permitirá que tareas que hoy requieren presencia física, como la expedición de permisos, puedan realizarse en línea, además de mejorar la eficiencia en los procesos internos de administración del agua. También ofrecerá a gestores y usuarios mayor visibilidad sobre los datos y recursos hídricos del estado, así como sobre su uso.

“Si no tenemos una manera de medir cuánta agua se utiliza en diferentes partes del sistema, no podremos determinar cómo compartirla”, explica Anderson. “Tampoco podemos lograr que la gente reduzca su uso cuando es necesario. Necesitamos más herramientas que lleven esa información directamente a las manos de quienes usan el agua día a día.”
Anderson también está dando prioridad a los acuerdos de derechos de agua de comunidades indígenas. Ya se han firmado seis acuerdos por la gobernadora Michelle Lujan Grisham y están pendientes de aprobación por el Congreso —la mayor cantidad completada por una sola administración. Si se aprueban según lo proyectado, estos acuerdos aportarían aproximadamente 3.2 mil millones de dólares en fondos federales al estado, en beneficio no solo de las entidades tribales sino también de las comunidades aledañas.
Aún queda trabajo por hacer, incluyendo la finalización del acuerdo de derechos de agua con los seis pueblos del Middle Rio Grande, un proceso que Anderson describe como “desafiante y fundamental”.
“Todos los acuerdos son increíblemente importantes, y es emocionante ver el progreso que se ha logrado”, afirma.
Las comunidades nativas han conservado y compartido el agua en Nuevo México por generaciones —un principio que residentes, legisladores y planificadores del agua de todo el estado han optado cada vez más.
Como ejemplo, en los últimos 30 años, los residentes de Albuquerque y Santa Fe han reducido su uso de agua per cápita a la mitad.


Anderson espera que los esfuerzos estatales de planificación regional impulsen aún más ese principio, al mismo tiempo que ayudan a los responsables de políticas públicas a identificar y financiar proyectos prioritarios. Bajo la norma propuesta de la Ley de Planificación para la Seguridad del Agua, que recomienda nueve regiones distintas, los actores locales tendrán más poder que nunca para identificar las necesidades de sus regiones y priorizar proyectos basados en los valores locales, así como en nuestro deseo compartido de un futuro hídrico sólido y sostenible.
Además, el año pasado la legislatura asignó cinco millones de dólares para financiar 41 proyectos piloto enfocados en investigar innovaciones agrícolas en todo el estado, apoyando a agricultores y ganaderos en la implementación de técnicas que aumenten la resiliencia, protejan sus medios de vida y reduzcan el uso de agua.
“Nuevo México ha lidiado con la sequía por mucho tiempo,” afirma Anderson. “En algunos lugares, la gente da por sentado el agua. Aquí en Nuevo México, la valoramos profundamente, y ya estamos trabajando en soluciones críticas y de largo plazo para prepararnos para un futuro más cálido y más seco.”
Logros de Nuevo México:
- Un sólido sistema de acuerdos de distribución de agua
- La planificación regional está en marcha
- Plan de Acción del Agua a 50 Años
- Acuerdos de derechos de agua comunidades indígenas en espera de aprobación del Congreso
Hacia dónde se dirige la Oficina de la Ingeniera Estatal:
- Modernización de los sistemas de medición y administración
- Mejoras en los sistemas de seguimiento y gestión de datos
- Continuación del trabajo en acuerdos de derechos de agua con comunidades indígenas
- La resolución del caso Texas vs. Nuevo México está próxima a concretarse

